martes, 20 de diciembre de 2011

No soy yo quién escribe este blog

Los lectores de este blog es probable que sepan que soy matemático, porque lo pone en mi perfil. Soy doctor en matemáticas (cum laude, por supuesto), pero además soy ingeniero nuclear y licenciado en informática. Y debo decir, sin falsa modestia, que en las tres áreas soy muy bueno. Un genio, en realidad.

Mis lectores se preguntarán por qué un genio como yo se dedica a escribir tonterías en un blog que no lee prácticamente nadie. La respuesta es que, aunque parezca absurdo, no soy yo quién escribe este blog.

Me explico: Me jubilé hace seis años y, naturalmente, no he estado todo ese tiempo de brazos cruzados. Me he dedicado a llevar a cabo un proyecto a la altura de mis vastos conocimientos: construir un ordenador neutrínico.

No voy a explicar aquí como funciona un ordenador neutrínico porque alguien podría copiarme la metodología y patentarla como suya. Además, dudo bastante que mis lectores estén capacitados para entenderla. Diré únicamente que, aprovechando que los neutrinos viajan a mayor velocidad que la luz, he conseguido crear un ordenador que se adelanta al futuro y es capaz de leer, antes de ser publicada, cualquier cosa que vaya a publicarse en la red.

Mis lectores, seguramente aficionados a ese estúpido género literario que llaman ciencia-ficción, pensarán que esto puede convertirme en un héroe, avisando con tiempo de futuros desastres, o en un millonario, rellenando boletos del euromillones con los números que van a salir premiados. Pero esto no es así porque puede demostrarse (lo he demostrado, por supuesto) que un ordenador neutrínico puede, a lo sumo, adelantarse e segundos en el tiempo (e = 2,71828… como todo el mundo sabe) y, naturalmente, cuando una noticia se publica en la red, han pasado más de e segundos desde que sucedió el hecho al que se refiere la noticia.

El ordenador neutrínico, por tanto, aunque es importantísimo desde el punto de vista científico, no tiene utilidad práctica alguna.

Se preguntarán cómo he comprobado que mi ordenador neutrínico lee lo publicado en la red antes de ser publicado. Mirando aleatoriamente en la red, por supuesto que no. Sería una tremenda casualidad que encontrara algo que haya sido publicado con menos de un minuto de anterioridad. Lo que hice fue abrir este blog. Después abrí dos ventanas, una neutrínica y otra normal. Me coloqué en ambas en el “escritorio” del blog. Luego, en la ventana normal, entré en la pantalla de edición, escribí un texto y le puse “Una Prueba” como título. La idea era pulsar “ver blog” en la ventana neutrínica, contar hasta tres, y pulsar “publicar” en la normal. Si el ordenador funcionaba cómo esperaba, el texto debía aparecer en la ventana neutrínica antes de que yo pulsara “publicar”.

Y, efectivamente, así sucedió. Me di cuenta, sin embargo, de que en el título ponía simplemente “Prueba”, así que rápidamente, antes de pulsar “publicar” eliminé la palabra “Una” en la ventana de edición.

Quedaba probado que mi ordenador era capaz de leer algo en la red antes de que fuera publicado.

Únicamente me dejaba algo inquieto lo ocurrido con el título. ¿Había desaparecido la palabra “Una” porque yo la había borrado, o yo la había borrado porque “Una” había desaparecido? ¿Qué habría ocurrido si yo no hubiese borrado “Una”? ¿Habría aparecido “Una” en el título?.

Decidí hacer un nuevo experimento: escribí un programa que miraba constantemente si aparecía algo nuevo en el blog y, si aparecía, me avisaba con una sirena para que fuera corriendo a verlo. Como era de esperar (aunque yo mantenía algunas dudas) la sirena nunca llegó a sonar. Es lógico, porque en menos de e segundos era imposible que yo llegara al ordenador y escribiera lo que hubiera aparecido en la ventana neutrínica.

Entonces modifiqué el programa: hice que, si aparecía algo en la pantalla neutrínica, el ordenador mismo lo copiara automáticamente, lo pegara en la pantalla de edición del blog y lo publicara. A partir de ese momento han comenzado a publicarse en el blog una serie de entradas que yo ni siquiera he leído. Es el ordenador el que publica con un simple "copia y pega" lo que encuentra que va a ser publicado.

He explicado esto porque quería que mis lectores supieran que no soy yo quien escribe este blog (incluida esta entrada).


Imagen tomada del blog "Ciencia simple"

7 comentarios:

  1. JAJAJAJAJAJAJA!! yo tampoco he escrito este comentario desde tu ordenador!!Muy bueno!!

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  2. Y el ordenador neutrinico tambien contesta a los comentarios?! ;-)

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  3. El problema es que no sé si tu comentario lo has escrito tú o el ordenador. Yo, desde luego, no soy el que contesta.

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  4. Jajajaja muy bueno. Me ha encantado esta historia. Hablando de neutrinos: aparece un neutrino y se abre el telón.

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  5. Me ha gustado mucho esta historia. Gracias al ordenador neutrínico he conocido tus quehaceres después de jubilarte. Gracias ordenador neutrínico. Además, yo creía que e era igual a 2,7235. Fantástico. Qué sabiduría la del puñetero neutrínico.

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  6. Hacia tiempo no leía algo tan original y tan buen… me rindo a tan buen post

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