martes, 9 de febrero de 2016

Cendal flotante, de Gustavo Adolfo Bécquer

Esta es la música que le puse a la conocida poesía de Bécquer: 


Cendal flotente de leve bruma,
rizada cinta de blanca espuma.
Rumor sonoro
de arpa de oro,
beso del aura, onda de luz,
eso eres tú.

Tú, sombra aérea, que cuantas veces
voy a tocarte, te desvaneces
como la llama, como el sonido,
como la niebla, como el gemido
del lago azul.

En mar sin playas onda sonante,
en el vacío cometa errante,
largo lamento
del ronco viento,
ansia perpetua de algo mejor:
eso soy yo.

¡Yo, que a tus ojos, en mi agonía
los ojos vuelvo, de noche y día;
yo, que incansable corro, y demente
tras una sombra, tras la hija ardiente
de una visión!

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