sábado, 4 de febrero de 2012

Carta a Julio Martín Alarcón, periodista


Madrid, 4 de Febrero de 2012
Estimado Sr. Martín Alarcón:

He leído con sorpresa su artículo “El Miura atómico”, publicado en el número de Enero de la revista “La aventura de la historia”. Y digo ‘con sorpresa’ porque es la primera noticia que tengo de que mi nombre y el del programa Islero hayan tenido la más mínima relación con las conversaciones mantenidas en 1973 entre Carrero Blanco y Kissinger.

Es cierto que escribí el programa Islero, y que, en relación con los equipos electrónicos de que disponíamos en 1964, era un programa de ordenador bastante complejo. Tanto, que por eso le puse el nombre de Islero: No estaba muy seguro de si podría acabarlo antes de que él acabara conmigo.

Pese a su complejidad, Islero era tan solo un programa de difusión lineal, con el que sería imposible hacer cálculos para construir una bomba atómica. Por ello, el que también se llamara Islero el proyecto, con el que Carrero amenazó a Kissinger, de construir una bomba atómica española, creo que solo se puede deber a una de las siguientes causas:

- Se trata de una simple casualidad. Yo no tengo ningún copyright sobre el nombre del toro que mató a Manolete.

- El proyecto de bomba atómica española, aunque siempre posible contando con tiempo suficiente (años), fue un “farol” que se tiró Carrero Blanco con la colaboración de mis compañeros de la JEN Caro y Velarde, utilizándose el nombre de un programa existente para darle mayores visos de realidad. 


Independientemente de la observación que le hago, encuentro su artículo muy interesante, por lo que me permito reproducirlo, junto con esta carta, en mi blog, cuya URL es  cosasquequierocontar.blogspot.com


No quiero terminar sin agradecerle el que me incluya entre los científicos que situaron a España en la vanguardia del desarrollo nuclear, cosa que, sin falsa modestia, me parece un poco exagerada.

Atentamente,

                Florentino Briones

6 comentarios:

  1. Esto habría que mandárselo al autor directamente papá!! creo que se piuden mandar cartas a la revista!! Besos

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  2. Leí el artículo al que haces referencia y ciertamente es curioso ver como antes los “faroles” no solo los veíamos en las casetas de feria, por supuesto sin menospreciar tu trabajo, pero tengo que decir que era una época donde la verdad escaseaba, y por supuesto para estar a la altura de algunos había que usarlos. Permíteme una broma del tema, pues estando tan candente esta materia con los americanos minando los países que hablan de bombas y uranio, no sea con tanta censura ahora te bloqueen tu blogs o lo pongan en la lista negra… jajaja… espero que no.. Saludos.

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  3. Bueno, el Proyecto Manhattan también pudo ser el nombre de un proyecto de un "barman" sobre la mezcla de bebidas alcohólicas. Leí el artículo y si lo hubiese leído sin leer tu explicación pensaría que sí tuviste que ver con el intento de construir una bomba de fisión en España, y no me parecería tan extraño si así hubiese sido xD

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  4. Recibo en gmail el siguiente correo:

    Estimado Don Florentino Briones,

    Le agradezco mucho que considere mi artículo interesante.

    Respecto a su comentario, me gustaría aclararle que no pretendía que su nombre se viera ligado al proyecto Islero en sí, que efectivamente fue una maniobra política de Carrero, como creo que se manifiesta en el artículo, si no con su participación en la incipiente industria nuclear en España junto a otros científicos que lideró Jose María Otero Navascües con la creación del JEN.

    No pretendía, asimismo, que se confundiera el código Islero con el Proyecto, que según me explicaron acabó tomando este nombre, si bien, como usted remarca eran dos cosas distintas.

    Gracias por sus comentarios y un cordial saludo.

    Julio Martín Alarcón
    Redactor Unidad Editorial
    La Aventura de la Historia
    91 443 63 18 / 629 93 51 76
    julio.martin@elmundo.es

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  5. Ha salido, ahora en 2016, el libro de Velarde sobre el tema, y en él insinua que dar el mismo nombre a las dos cosas, al oroyecto y a un codigo que no tenia relacion más que indirecta con el tama, fue algo a proposito. Concretamente en la pagina 70: "Este otro proyectode códigos lo llamé también Proyecto Islero, con objeto de encubrir el verdadero objetivo del verdadero Proyecto Islero y acallar la curiosidad que en más de una ocasión se suscitó entre algunos de mis compañeros de la JEN"

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