viernes, 21 de marzo de 2014

Autoestop universitario

Cuando vivía en la Avenida de Valladolid, subía en coche hasta el Centro de Cálculo de la Universidad, donde trabajaba, además de dar clase de Cálculo Numérico en Matemáticas.

Como por la zona hay varios Colegios Mayores, de vez en cuando recogía por el camino a algún estudiante autoestopista.

En una ocasión recogí a uno que se mostró muy agradecido porque si no habría llegado tarde a clase.

- ¿Que estudias? - le pregunté.

- Tercero de Matemáticas.

Le miré de reojo, pero no lo reconocí. Aunque Cálculo Numérico estaba en tercero, no recordaba haberle visto nunca en clase.

- ¿Que asignatura tienes ahora?

- Geometría Analítica. Bueno... la Geometría Analítica es de segundo, pero la suspendí y, aunque el horario coincide con una de tercero, prefiero ir a esta, que es más difícil. 
    
- Pero si no vas nunca y el profesor no te conoce, a lo mejor te suspende.

- No, que va, el profesor de Cálculo Numérico aprueba a todo el mundo.

- Hombre, algo tendrás que saber para aprobar ¿no?

- Si, pero la asignatura no es difícil y los apuntes que da dicen que están bien.

Estábamos llegando y, mientras paraba, le dije:

- De todas formas deberías ir algún día, aunque solo sea para conocer al profesor. Te expones a que un  día, haciendo autoestop, te recoja él, le digas lo que me has dicho a mí y decida suspenderte por no haber ido a clase.

Se bajó. Al cerrar la puerta se me quedó mirando... ¿estaba pensando que quizás yo era el profesor y no otro estudiante?... Me dio las gracias y se marchó corriendo a clase de Geometría Analítica.   

3 comentarios:

  1. Ya ves, dicen que las mentiras tienen las patas cortas...
    Un abrazo

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  2. Buena anécdota y mejor lección..
    Saludos.
    elperroverde

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  3. Jajajaja si es que hay listillos que se pasan... Y luego están los que meten la pierna hasta la cintura y mueven a ver si hay hueco para más

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