miércoles, 10 de abril de 2013

Un mito babilonio sobre la creación

Los poemas mesopotámicos más conocidos son “la epopeya de Gilgamesh”, datado hacia el año 2000 antes de Cristo, y el “Enuma elish”, terminado durante el reinado de Nabucodonosor I de Babilonia, hacia el 1100 a.C. El primero relata el viaje de Gilgamesh, el Noé sumerio, en busca de la inmortalidad. El segundo, la genealogía de los dioses, y como uno de ellos, Marduk, alcanzó la máxima dignidad tras derrotar a Tiamat y crear el mundo.

El título con que se conoce el poema corresponde a las dos palabras con que comienza: Enuma elish… Cuando en lo alto...

Cuando en lo alto el cielo aún no había sido nombrado,
y, abajo, la tierra firme no había sido mencionada con un nombre,
solo Apsu, su progenitor,
y la madre, Tiamat, la generatriz de todos,
mezclaban juntos sus aguas;
aún no se habían aglomerado los juncales, ni las cañas habían sido vistas.

Sigue la genealogía de los dioses y como Apsu (el abismo oceánico), en contra de la opinión de Tiamat (el mar tumultuoso), quiso matar a todos sus hijos, que los molestaban. Pero fue Ea “que conoce todas las cosas” quien lo mató a él, estableciendo sobre él…

… su cámara nupcial
en donde Ea con Damkina, su esposa, residieron en majestad.
En el Santuario de los Destinos, en esta Capilla de las Suertes,
fue procreado el más inteligente, el sabio de los dioses, el señor:
en el corazón del apsu nació Marduk.

Anu, que era su abuelo paterno, quedó maravillado de la perfección de Marduk, que tenía cuatro orejas y cuatro ojos.

Anu produjo y engendró entonces los cuatro vientos
que ofreció a Marduk: “¡Para que mi hijo se divierta!”.
Y creó la polvareda que hizo arrastrar por la tempestad;
y habiendo provocado la marejada, perturbó a Tiamat.

Otros dioses, molestos con Marduk, convencieron a Tiamat de que había llegado la hora de vengar la muerte de Apsu. Crearon seres monstruosos…

…hidras, dragones formidables y monstruos marinos,
leones colosales, perros furiosos, hombres-escorpiones,
monstruos agresivos, hombres-peces y bisontes gigantescos.

Varios dioses intentaron enfrentarse a Tiamat:

Yo he enviado a Anu, pero no pudo hacerle frente;
Nudimmud quedó aterrado y se volvió atrás.
Entonces se adelantó Marduk, el sabio de los dioses, tu hijo,
pues su corazón le había empujado a hacer frente a Tiamat.

Marduk se arma y desafía a Tiamat:

“…¡Que se equipe tu ejército, que ciñan sus armas,
y acude a mi encuentro para que yo y tú choquemos en combate!”
Al oir Tiamat estas palabras
se puso fuera de sí y perdió su razón.
Lanzó un grito en el paroxismo de su furor…

Se lanzaron al combate y se enzarzaron en un cuerpo a cuerpo.
Pero el Señor, desplegando su red, la envolvió con ella,

Él disparó su flecha y le atravesó su vientre;
Cortó su cuerpo por la mitad y le abrió el vientre.

La partió en dos partes, como si fuera pescado destinado al secadero
Y dispuso de una mitad, que la abovedó a manera de cielo.

En el hígado de Tiamat colocó las regiones superiores del cielo.
Hizo brillar a Nanna, a quien confió la noche,
y le asignó ser la joya nocturna para determinar los días.

El día se lo confió a Shasmash, que era tanto el sol como el dios del sol, al igual que Nanna era tanto la luna como la diosa de la luna. También asignó los planetas a otros dioses.

Marduk reunió la baba de Tiamat
y Marduk creó la niebla, que asignó a Adad.
Habiéndola condensado en nubes, la hizo flotar en el firmamento.
El surgir del viento, la caída del aguacero,
el vaho de la niebla, el amontonamiento de la espuma de Tiamat,
he aquí lo que le asignó en persona y que le hizo tomar a su cargo.
Y habiendo dispuesto su cabeza, amontonó sobre ella una Montaña,
en donde abrió una fuente, en la cual tembló una ola;
hizo fluir de sus ojos el Eúfrates y el Tigris
y tapó sus narices que reservó para las crecidas;
sobre sus pechos amontonó las lejanas montañas
y dentro de ellas hizo nacer manantiales para que se deslizaran en cascada.

Después, desplegando su red, la desenvolvió por todas partes,
formando así una envoltura para el cielo y la tierra,
y asegurando perfectamente su cohesión,
enseguida determinó las reglas de su buena marcha y agenció los estatutos de funcionamiento.

Siguen innumerables alabanzas a Marduk. Este es el objetivo primordial del poema, la exaltación de Marduk.

Los fragmentos anteriores han sido tomados de la traducción de Federico Lara Peinado, publicada en 1994 por Editorial Trotta. También de Lara Peinado hay una traducción del poema de Gilgamesh, publicado por Editorial Tecnos en 1988. Para los interesados en conocer la religión mesopotámica, Trotta editó en 2001 el excelente libro “La religión más antigua: Mesopotamia” de Jean Bottéro.

Solo una observación: Tiamat era el mar tumultuoso. Al partirla en dos y colocar una de sus partes como cielo, hizo lo mismo que el dios hebreo en el segundo día de la creación: “Dijo luego Dios: “Haya firmamento en medio de las aguas, que separe unas de otras”; y así fue. E hizo Dios el firmamento, separando aguas de aguas, las que estaban debajo del firmamento de las que estaban sobre el firmamento.

No hay que olvidar que Abraham era mesopotámico y salió de Ur para fundar el pueblo israelita, por lo que su concepción de cómo era el universo es lógico que fuera la misma (tierra rodeada de aguas, y aguas rodeando el firmamento). Pero sobre como se hizo el universo, ambas versiones no pueden ser más diferentes.

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