miércoles, 21 de diciembre de 2016

Feliz Navidad 2016



Bartolomé Esteban Murillo - Virgen con Niño
Metropolitan Museum of Art - New York

miércoles, 14 de diciembre de 2016

El parque cercado

Me estaba acercando al parque. Ya veía a lo lejos las puntas doradas de los barrotes de su vallado. Las puertas de hierro estaban abiertas, pero, para mi sorpresa, empezaron a cerrarse. Un coche llegó a toda velocidad, dispuesto a entrar, y se paró entre las puertas con el morro ya dentro. Las puertas dejaron de cerrarse y, tras un instante, comenzaron a retroceder hasta quedar de nuevo completamente abiertas. Comprendí que había una célula fotoeléctrica y que el coche había interceptado los rayos de luz emitidos desde el lado opuesto, activándose  el mecanismo que volvía a abrir las puertas.

Supuse que las puertas volverían a cerrarse poco después de que el coche entrase en el parque. Afortunadamente yo llevaba un globito de helio atado con un hilo larguísimo, así que, mientras me acercaba, fui soltando hilo hasta situarlo sobre ellas. Y, cuando comenzaron a cerrarse, conseguí, dando pequeños tirones del hilo, que el globo fuera bajando hasta situarse justo delante de la célula. Las puertas volvieron a abrirse y yo eché a correr para llegar antes de que se cerrasen. Pero no lo logré. Justo cuando llegué, las puertas terminaron de cerrarse, y me quedé fuera.

Entonces me desperté. Esta historia es tan tonta que solo podía ocurrir en un sueño. Sobre todo lo del globito.  

Yo creo que, en general, los sueños no son más que elaboraciones sin sentido de cosas vividas, temidas, deseadas o incluso que nos han pasado desapercibidas. Pero también creo que, a veces, los sueños expresan ideas que nuestro subconsciente trata de hacernos llegar. Y este sueño, me parece que es precisamente uno de ellos.

Existen muchos libros sobre interpretación de los sueños, y quizás en algunos casos sean razonables, pero a mí me parece que realmente el único que puede interpretar correctamente un sueño es quien lo ha soñado.   

En mi sueño, el elemento principal es el parque cerrado en el que quiero entrar. Puede tratarse de un sitio, un estatus, un grupo, una asociación... a la que quiero pertenecer o donde quiero entrar, a pesar de no cumplir los requisitos previos necesarios (por eso no tengo el mando a distancia). Por ejemplo podría tratarse de la élite de los artistas o de los sabios más  reconocidos, a la que me gustaría pertenecer a pesar de que mis dotes artísticas y científicas no son sobresalientes.

El coche no parece que tenga más significado que la utilidad de mostrarme que hay una forma de entrar aunque no se tenga el mando a distancia.

El globito es una herramienta que tengo y que, utilizada con la debida habilidad, puede permitirme la entrada. Podría tratarse de este blog, en el que publico relatos, dibujos, musiquillas e incluso algunas ideas sobre ciencia. Este blog me permitiría entreabrir las puertas de esa selecta élite.

El que al final no consiga entrar en el parque, no creo que signifique que no voy a conseguir entrar, sino que si quiero entrar, tengo que esforzarme más. En el sueño, tendría que correr más. 

Pero, como he dicho, el único que puede encontrar el verdadero significado de un sueño es quien lo ha soñado. Y la explicación anterior, a pesar de que la he dado yo, sé que, aunque nadie está libre de vanidad, no es la de verdad. El jardín por el que mi subconsciente dice que me tengo que esforzar, si quiero entrar sin tener derecho, se llama Paraíso. 

miércoles, 7 de diciembre de 2016

Doscientos cincuenta años

Quiero escribir una pequeña historia para publicar en mi blog. Doscientos cincuenta años. Es la primera cosa que se me ocurre. La cuarta parte de un milenio. Alguien ha vivido doscientos cincuenta años. Pero ¿nació en el último tercio del siglo XVIII y vive ahora, o cumplirá doscientos cincuenta años en un futuro más o menos lejano?

Opción 1: Nació hace doscientos cincuenta años. Para que haya vivido tanto se me ocurren tres posibilidades: Se trata de un error de la naturaleza, de un milagro o del resultado de un pacto con el diablo.

Opción 1.a: Ha llegado a vivir doscientos cincuenta años debido a su constitución,  a su tipo de alimentación, a que se traga cada día en ayunas un diente de ajo, o cualquier otra razón. Un error de la naturaleza en todo caso, porque cualquiera de esas cosas podría quizás justificar que viviera ciento diez años. Ciento veinte. Ciento treinta, a lo sumo. Pero ¿doscientos cincuenta? Pienso en Titón, de quién, según la mitología griega, se enamoró la Aurora, la de los rosados dedos. Aurora pidió a Zeus que concediera la inmortalidad a su amado, y Zeus se la concedió, pero al no haberle concedido la eterna juventud, terminó convirtiéndose en una piltrafa humana.  

Opción 1.b: Hace tiempo leí en Las florecillas de San Francisco, o algún otro libro pío, la historia de un monje que, al oír cantar a un pajarillo, quedó extasiado pensando en las maravillas que el Creador había puesto en la naturaleza, y permaneció inmóvil, en trance, durante varios años. ¿Por qué no doscientos cincuenta? Imagino la sorpresa de sus compañeros de cenobio al verle levitando en medio del jardín. Lo del levitando no sé si venía en la historia original, pero si no levitaba ¿no lo habrían enterrado creyéndole muerto? Es de suponer, en todo caso, que se lo llevarían del jardín el primer día de lluvia y lo dejarían en su celda a resguardo de la intemperie. Con el tiempo, si no ocurrían más cosas extraordinarias, terminaría prácticamente olvidado, sobre todo cuando los monjes, cada vez más escasos, abandonaran o fueran expulsados del monasterio. Cuando ya mediado el siglo XX alguien encontrara a nuestro monje, al retirar los escombros que tapaban la entrada de su celda, ni por asomo se le ocurriría una explicación milagrosa, por lo  que terminaría en una vitrina del Museo Etnográfico de Bañolas.

Opción 1.c: De pactos con el diablo está llena la literatura universal desde las Cantigas de Santa María de Alfonso X hasta el Fausto de Goethe o El retrato de Dorian Gray de Oscar Wilde. Es una opción bastante mejor que la anterior, porque hoy en día la gente no cree en los milagros, pero sí en el diablo. Hay dos opciones para el final: el protagonista o se condena o se salva. Como en el caso de Don Juan a quién Tirso de Molina y Mozart mandan al infierno y Zorrilla perdona.

Opción 2: La acción transcurre en el futuro, y se me ocurren tres posibilidades: está vivo doscientos cincuenta años después de nacer porque ha viajado en el tiempo, porque la medicina ha tenido avances espectaculares, o porque quien ha tenido avances espectaculares es la ingeniería.

Opción 2.a: Viaje en el tiempo. Está bastante visto. Desde La máquina del tiempo de H.G.Wells hasta las películas de Regreso al futuro de Robert Zemeckis. No es una opción para una historia sobre alguien que ha vivido doscientos cincuenta años porque en realidad el viajero no los ha vivido. Solo ha vivido los anteriores al viaje y los que viva después. Aquí me surge una duda sobre el monje de la opción 1.b: ¿Ha vivido mientras estaba en éxtasis? Ciertamente se trata de una experiencia superior, pero no es lo que se entiende por vida. 

Opción 2.b: La medicina ha avanzado tanto, a base de botox, estiramiento de pellejos, antioxidantes y, sobre todo, trasplantes de órganos, que todo el que tenga recursos suficientes puede llegar a vivir los doscientos cincuenta años. La parte más apropiada sobre la que escribir en esta opción no es, sin embargo, la de los ricos receptores de órganos, sino la de los necesitados que se ven obligados a vender los suyos o, como en la película Coma de Michael Crichton o el libro Cosecha sangrienta de David Kilgour y David Matas, son despojados de ellos sin su consentimiento.

Opción 2.c: La que ha avanzado, en colaboración con la medicina, es la ingeniería cibernética y la robótica, que han permitido la sustitución de órganos defectuosos por implantes tecnológicamente avanzados, llegándose a sustituir incluso el cerebro, neurona a neurona y sinapsis a sinapsis, por microordenadores cuánticos. Nuestro protagonista podría no tener ya ningún componente orgánico sin ser por ello un robot (R.U.R. de Karel Capek) sometido a las leyes de Isaac Asimov, ni un androide que sueñe con ovejas eléctricas (Blade Runner en la versión cinematográfica de la novela de Philip K.Dick). Según algunos científicos (como Roger Penrose en La nueva mente del emperador, y en Lo grande, lo pequeño y la mente humana) la autoconsciencia y el libre albedrío son consecuencia de operaciones cuánticas que se realizan en los microtúbulos de las neuronas, por lo que, al sustituirlas una a una por microordenadores cuánticos, se habría conseguido conservar el alma inmortal. 
            
Al final no he escrito una historia, pero al menos he escrito algo en el blog. 


miércoles, 23 de noviembre de 2016

Madrid Week

He entrado en internet y he buscado "Madrid Week" para  ver si además de las dos o tres  "Weeks" más conocidas había muchas más. Aunque muy repetitivas, el número de páginas con resultados parece no tener fin. En las primeras he encontrado mencionadas las siguientes "Weeks":

Mercedes-Benz Madrid Fashion Week
Cibeles Madrid Fashion Week
Madrid Games Week
Madrid Horse Week
Madrid Restaurant Week
Japan Restaurant Week Madrid
Madrid Premiere Week
Madrid Womans Week
Ecorestaurant Week Madrid
La Latina Madrid Pincho Week
Madrid Beer Week
Madrid Gothic Week 1
The Petite Fashion Week en Madrid
Restaurant Lovers Week en Madrid
Madrid Lookxury Week
Madrid Café Week
Retro Weekend Madrid
The Ecodisection Madrid Week

Y menos mal que la alcaldesa se llama Manuela. Refugees Wellcome. 2


Pasado ya el Halloween y a las puertas del Black Friday, solo me queda desearles que Santa Claus les proporcione un Merry Christmass y que tengan un Happy New Year.

Y, por supuesto, no hagan la horterada de gastar bromas el 28 de diciembre. Resérvense para el April Fools' Day que es más cool.   

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1  Buscando por "semana Madrid", solo he encontrado traducida, de estas, la Semana Gótica de Madrid.  Entiendo que, salvo en el caso de esta, los organizadores de las weeks no desean la asistencia de españoles. 
2  ¿Está segura la alcaldesa de que los refugees saben inglés? O quizás sea que el cartel que colgó en la fachada del ayuntamiento no iba dirigido a ellos. 

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Escuchar con los ojos


Este es el título de la interesante exposición que puede visitarse en los locales de la Fundación March en Madrid hasta el 15 de Enero próximo. Muy documentado el catálogo, del que recomiendo la lectura  del artículo de Javier Maderuelo "El largo trayecto: de la música al arte sonoro"

miércoles, 2 de noviembre de 2016

miércoles, 26 de octubre de 2016

Cristal

Se alejaba del estanque del palacio de cristal, y subía hacia el paseo de coches del Retiro, cuando un destello, reflejo de un rayo de sol, le deslumbró desde la hierba. Un trozo de cristal, pensó mientras seguía andando. La gente es muy descuidada, se sienta en la hierba y... Si se tratara de un vidrio roto, alguien podría sentarse encima y quedar herido.

Volvió sobre sus pasos y examinó la zona de donde había partido el destello. Se agachó y recogió el cristal que lo había reflejado. No se trataba de un trozo de vidrio roto, sino de un pequeño cubo de cristal de menos de un centímetro de lado. Sus seis caras cuadradas, perfectamente pulidas, tenían un brillo especial. Un cristal de Swarovsky o algo parecido, pensó. Lo examinó unos instantes. Le pareció bonito, y se lo guardó en el bolsillo.

No volvió a acodarse del cristal hasta que por la noche, al ir a acostarse, dejó sobre la mesilla de noche, junto al reloj de pulsera, todo lo que llevaba en el bolsillo. Nuevamente lo examinó y se sorprendió de que un objeto tan simple pudiera ser tan hermoso.

Como casi todas las noches, entre las cuatro y las cinco de la madrugada se despertó, encendió la luz y fue al cuarto de baño para vaciar la vejiga. Al volver a acostarse y apagar la luz, se dio cuenta de que el cristal emitía una leve luminosidad verdosa. Lo colocó en la esquina de la mesilla más cercana a la cama y se quedó mirándolo, acostado, hasta que se durmió.

La noche siguiente, cuando apagó la luz del dormitorio, el cubo no emitió luz alguna. Lo achacó a que para activar la fluorescencia se necesitaría una intensidad de luz, como la recibida en el Retiro, muy superior a la que recibía en una habitación interior. Pero cuando, como de costumbre, se levantó hacia las cuatro y media, el cubo volvía a mostrar su verdosa luminosidad. Y con más intensidad que el día anterior.

Por la mañana cogió un metro de la caja de herramientas y midió las aristas del cubo. Medían algo más de un centímetro. Once milímetros, para ser exactos. Antes no lo había medido, pero estaba seguro de que era más pequeño. ¿Era posible que creciese un cubo de cristal?

Aquella noche, al acostarse, pensó en quedarse despierto para ver cuando empezaba a emitir luz el cristal. Pero a las tres y algo de la madrugada le venció el sueño y se durmió.

No durmió mucho, porque cerca de las cuatro le despertó una sucesión de pequeños crujidos. Abrió los ojos y vio que el cristal volvía a brillar y que los crujidos se debían a que estaba partiéndose exactamente por la mitad.

Aquella noche no volvió a dormir. Se quedó observando cómo las dos mitades del cubo volvían a dividirse dos veces más hasta convertirse en ocho perfectos cubos más pequeños, que dejaron poco a poco de emitir su luz. Se levantó, volvió a coger el metro, y los midió. Casi siete milímetros de lado.  Eran casi del tamaño del cubo original cuando lo recogió en el Retiro.

¿Y si los nuevos cubos también crecían y se subdividían? En unos días habría sesenta y cuatro, luego quinientos doce, luego... cuatromil y pico... treintaitantosmil... Tenía que destruirlos. Tomó un martillo y golpeó con fuerza uno de los cubos.

Tal como esperaba, el cubo se rompió... pero en ocho pequeños cubos de cuatro milímetros de lado.   

miércoles, 19 de octubre de 2016

En una noche oscura, de San Juan de la Cruz

Esta es la música que escribí para el poema de San Juan de la Cruz:


(Introducción para violoncelo)

En una noche oscura,
con ansias, en amores inflamada
¡Oh dichosa ventura!,
salí sin ser notada
estando ya mi casa sosegada.

A oscuras y segura,
por la secreta escala disfrazada,
¡Oh dichosa ventura!, 

a oscuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.


(Estribillo)

En la noche dichosa
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía.

Aquésta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.


(Estribillo y repetición de la introducción)

¡Oh noche que guiaste!
¡Oh noche amable más que la alborada!
¡Oh noche que juntaste
Amado con amada,
amada en el Amado transformada!

En mi pecho florido
que entero para él sólo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba.


(Estribillo)

El aire de la almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería
y todos mis sentidos suspendía.

Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado,
cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.


(Estribillo)

miércoles, 12 de octubre de 2016

Schoenbrunn en Marbella

Se especula en toda la Costa del Sol sobre la identidad del millonario que ha trasladado a la "Bahía de Marbella" la impresionante cancela de hierro forjado que daba paso a los jardines del vienés palacio de Schönbrunn.



Parece ser que la idea original era trasladar el palacio completo, jardines incluidos, cosa que no ha sido posible debido a la diferencia de tamaño de ambas parcelas. En su lugar se ha construido un armonioso y exquisito palacete obra de un refinado arquitecto, discípulo sin duda de Frank Lloyd Wright y Le Corbusier.  

El enorme atractivo de tan original construcción ha conseguido inclinar en ligera reverencia a la humilde farola que un inepto concejal se ha atrevido a colocar frente a la cancela. Ese mismo magnetismo hace que, al pasar por delante, los coches sufran un súbito parón (se calen), cosa que afortunadamente aprovechan sus ocupantes para bajarse y contemplar estupefactos tan magna obra.

En cuanto a la identidad del propietario, la idea más generalizada es que se trata de un conocido proxeneta ruso. No obstante, el tridente, que adorna el perifollo circular de la zona superior izquierda, hace pensar a algunos que se trata de la sede de una secta satánica, o la residencia veraniega de las hijas de algún expresidente de gobierno.    


miércoles, 5 de octubre de 2016

Mundos divergentes (III)

Tercer comunicado del Instituto de Astrosofía Principe Fran

Del segundo comunicado, enviado a los cinco bloquistas de los que se recibió señal de retorno, cuatro continúan mandando tan solo ruido, por lo que este comunicado se envía solamente al quinto, del que se han recibido numerosas señales de lectura con el formato solicitado en el comunicado anterior.

Aunque es de esperar que las divergencias entre los dos mundos sean mínimas en los primeros años después de la separación, es lógico suponer que serán cada vez más importantes con el paso del tiempo. Para localizar cuando comenzaron a notarse  divergencias significativas, incluimos una primera serie de cinco eventos sucedidos en cada uno de los años 1905, 1935, 1965 y 1995. Rogamos al bloquista que nos indique en qué año alguno de esos sucesos no ocurrió en su mundo. Para ello, y de modo similar a como se contestó al comunicado anterior, se deberán primero abrir y cerrar la página tres veces en rápida sucesión y, media hora más tarde, 4 veces si la primera diferencia se encuentra en 1905, 5 veces si es en 1935, 6 si es en 1965 y 7 si es en 1995. 
  
1905  (4)
  Muere Juan Valera, autor de la novela "Pepita Jiménez".
  Atentado frustrado en París contra Alfonso XIII y el presidente de Francia.
  El Club Madrid de fútbol gana su primer título nacional.
  Motines en Andalucía provocados por el hambre.
  Eclipse total de sol en España.

1935  (5)
  El Real Betis Balompié, campeón de Liga por primera vez.
  Alicia Navarro, de Santa Cruz de Tenerife, consigue el título de "Miss Europa".
  Miguel de Unamuno obtiene el premio Nobel de literatura.
  Boda de Don Juan de Borbón y María de las Mercedes de Borbón.
  Joe Louis noquea al boxeador Paulino Uzcudun en el Madison Square Garden.

1965  (6)
  Juan Albornoz "Sombrita" se proclama campeón deEuropa de los pesos "welter".
  Nace Su Majestad Carmen de Borbón-Franco.
  Manuel Santana gana el campeonato de tenis de Forest Hill.
  Se rueda la película "Doctor Zhivago", protagonizada por Omar Shariff.
  Grace Kelly y Jacqueline Kennedy visitan la feria de Sevilla.

1995 (7)
  Muere la Duquesa de Flores y su hijo Antonio.
  Javier Solana es nombrado Presidente de la República "Democrática" de Aragón.
  Boda de Rocío Jurado y Ortega Cano.
  Indurain gana su quinto Tour de Francia.
  Camilo José de Cela obtiene el premio Francisco Franco de las Letras.


miércoles, 28 de septiembre de 2016

Jabberwocky - 4

Mi música para el cuarto fragmento de Jabberwocky:

 The jaws that bite, the claws that catch!  
 Beware the Jubjub bird, and shun 
the frumious Bandersnatch! 


miércoles, 21 de septiembre de 2016

Mundos divergentes (II)

Comunicado del Instituto de Astrosofía Príncipe Fran

Habiéndose enviado un primer mensaje a cien blocs del mundo divergente más próximo al nuestro, se han detectado señales, en las líneas de respuesta de cinco de ellos, a partir de unos ocho días y medio (concretamente 208 horas y 17 minutos) después de haber sido enviado el mensaje. En cuatro casos la respuesta parece estar constituida únicamente por ruido aleatorio, lo que indicaría que, aunque los blocs existen, o están inactivos o el bloquista borró el mensaje al poco de ser recibido, quedando esa única señal de lectura irreconocible entre el ruido aleatorio. En el quinto caso, la estructura de las señales recibidas parecen indicar que, además del ruido de la línea, ha habido un abundante número de lecturas; no  obstante, al ser también aleatorias esas lecturas, no es posible distinguir con claridad que señales corresponden a ruido y cuales a lecturas.  
  
La distancia entre ambos mundos es de poco más de 104 horas (104 horas del mensaje de ida y 104 de la vuelta de la respuesta aleatoria). Según los cálculos del Profesor Zapatero, los universos paralelos se deben separar a razón de una hora cada 1,153 años, lo que indicaría que la última vibración de las cuerdas, que hizo que el universo se duplicara, tuvo lugar aproximadamente hace 120 años, o sea, a finales del siglo XIX.

Este mensaje ha sido enviado a los cinco blocs de los que se obtuvo algún tipo de respuesta. A fin de comprobar que ha habido lecturas reales, el Profesor Sánchez ruega a los posibles lectores que abran y cierren la página del mensaje rápidamente tres veces seguidas y que vuelvan a hacer lo mismo media hora más tarde. Esto debería producir unas pautas en las señales fácilmente distinguibles del ruido aleatorio.

Finalmente, y por deseo expreso de Su Majestad Carmen I de Granada, se ruega a los bloquistas que reciban este mensaje, que transmitan sus mejores votos a su Real Duplicada en el mundo divergente, con la que espera mantener estrecho contacto cuando las comunicaciones entre ambos mundos mejoren, cosa que no duda que ocurrirá en un futuro no muy lejano.

***

Nota del "bloquista"

Como sigo pensando que se trata de una broma, no pienso seguir las instrucciones del hacker bromista, pero dejo el texto a la consideración de mis lectores.        

miércoles, 7 de septiembre de 2016

Mundos divergentes

Esta página ha sido diseñada por el Instituto de Astrosofía Principe Fran del Reino de Granada con el objeto de contactar con el mundo divergente más próximo al nuestro.

Según nuestro reciente premio Nobel de Física, el Profesor Zapatero,  con una periodicidad de entre cincuenta y doscientos millones de años se produce una vibración ectoprotéica de las cuerdas hawkianas que son el fundamento del universo. Esta vibración produce una duplicación de los universos existentes, pudiéndose calcular que existe actualmente un número no inferior a 250. Dado que estos universos están siempre sometidos a pequeñas alteraciones aleatorias, lógicamente irán evolucionando de forma diferente. Esto quiere decir que los universos descendientes de los primeros duplicados habrán evolucionado hacia universos muy distintos del nuestro. Sin embargo, los descendientes de los duplicados posteriores a la época oscura, cuando ya estaban prácticamente formadas las estrellas y las galaxias, unos 225 universos, seguramente presentan en la actualidad un aspecto general bastante parecido al nuestro. Son los que llamamos "universos paralelos".

Ahora bien, aunque a nivel global estos universos sean muy similares, a nivel local pueden ser muy diferentes. Pensemos, por ejemplo, que una ligerísima desviación en la trayectoria del gran meteorito, que impactó contra la Tierra al final del Cretácico, habría evitado el impacto; los dinosaurios no se habrían extinguido, y la evolución natural de las especies habría dado lugar a un mundo animal, y probablemente humano, completamente distinto al que disfrutamos en la actualidad. Por eso, aunque hablemos de universos paralelos, hablamos de "mundos divergentes".

La inercia de la duplicación de un espacio hace que los dos espacios generados se vayan alejando poco a poco en el hiperespacio. Pero algunas anomalías gravitatorias, detectadas en los últimos tiempos, y estudiadas por el Profesor Zapatero, le han permitido llegar a la conclusión de que su causa solo puede deberse a la existencia de un universo paralelo muy próximo al nuestro en el hiperespacio; tan próximo, que ha tenido que ser fruto de una duplicación ocurrida como máximo hace tan solo 300 años.
      
Aunque en 300 años nuestra Tierra y la Tierra del otro universo pueden haber evolucionado tecnológicamente de forma muy diferente, si la duplicidad se hubiera producido más recientemente, cabe la posibilidad de que esta evolución sea igual o muy parecida. En particular, como propuso el Profesor Sánchez, discípulo y colaborador del Profesor Zapatero, en esa otra Tierra podría haberse desarrollado un sistema de comunicación global similar a nuestra mundired en el que exista un subsistema de mensajería instantánea y, quizás, un repositorio individualizado similar a nuestros blocs.

Por otra parte, debido a la inercia demográfica y cultural, de cada cien personas de nuestro mundo, en el otro deben existir unos sesenta duplicados con los mismos apellidos y unos veinte con el mismo nombre de pila. De estos veinte, entre uno y cinco deben de tener incluso los mismos gustos y aficiones. (Esto no excluye, por supuesto, que entre esos veinte haya un sabio indiscutible y su duplicado sea tonto del haba)  

Con las premisas descritas sucintamente en los dos párrafos anteriores, el Profesor Sánchez, en colaboración con el Departamento de Cálculo Electrónico de la Real Universidad Alpujarreña, ha ideado un sistema para introducir un texto en blocs del cercano mundo divergente. Se han seleccionado cien usuarios de blocs del Reino de Granada con la esperanza de que entre uno y cinco tengan un duplicado con el mismo nombre y apellidos y sean además usuarios de blocs equivalentes, por lo que se ha enviado este texto a esos hipotéticos cien blocs.

La tecnología actual no nos permite por ahora obtener más información en sentido inverso que una ligera señal cada vez que este texto sea abierto para su lectura. Si esa señal es detectada por nuestros equipos, consideraremos que el experimento ha sido un éxito y seguiremos profundizando en sus consecuencias.  

******

Nota Importante:

Este texto no ha sido escrito por mí, sino muy probablemente por un hacker bromista. Mi primera intención, al encontrarlo cuando he abierto el blog, ha sido borrarlo inmediatamente, pero luego, aunque no me creo en absoluto esa historia de los mundos divergentes, he decidido dejarlo y esperar el siguiente paso del hacker (si es que da alguno).

FBM      

miércoles, 31 de agosto de 2016

El rayo

La intensa lluvia apenas si permitía vislumbrar la carretera, pero Carlos conocía perfectamente el camino. Rodeó la rotonda en la que se unía la desviación para ir a Manzanares y se dirigió hacia Soto. Bajaba por la cuesta, a la altura de la pista de carting, cuando un rayo cayó sobre la señal de tráfico que cerca de la curva, un poco más adelante, prohibía pasarla a más de setenta por hora. Carlos, deslumbrado, pisó el freno y paró justo al lado de señal. Tardó unos segundos en recuperar la visión. La señal de tráfico parecía intacta y, sorprendentemente, había dejado de llover, aunque de vez en cuando un relámpago iluminaba los negros nubarrones.

Arrancó el coche, tomó la curva a setenta, y bajó luego la velocidad para pasar suavemente sobre el badén de la entrada del pueblo. Aceleró un poco,  pero se contuvo al ver el cartel que prohibía pasar de cuarenta, con la amenaza de "a más velocidad, semáforo cerrado".

¿Cuarenta?, pensó Carlos, ¿no era ya bastante molesto tener que ir a cincuenta, que es lo que ponía hasta ayer?

Se puso a cuarenta hasta pasar el semáforo, acelerando un poco a continuación, y, después de sortear cuatro rotondas y saltar cinco badenes... el quinto le pilló por sorpresa:  debían haberlo puesto ese mismo día...  aparcó junto a  la verja de su jardín.

Entró. Sacó la llave de la puerta de la casa e intentó meterla en la cerradura. Miró las llaves, para comprobar que había escogido la correcta, y volvió a intentar abrir la puerta.

- ¿Quién está ahí? - dijo Angelines desde dentro.

- Soy yo, cariño. No consigo meter la llave en la cerradura.

Angelines abrió la puerta y le preguntó, mientras se daban un rápido beso:   

- ¿Qué tal te ha ido por Córdoba?

- Bien, bien...  pero no he ido a Córdoba. La cooperativa está en Jaén.

En ese momento se abrió la puerta que daba a la zona de dormitorios y  apareció una niña rubia de seis años de edad.

- Hola, papá.

Carlos miró a la niña sorprendido y preguntó a su mujer:

- ¿Quién es esta niña? ¿Donde está Luisito?

Angelines miró fijamente a Carlos y le dijo a la niña:

- Vete a tu cuarto, Rosa.

Pero la niña no se movió, mirando perpleja a sus padres.

- ¿Quién es Usted? - preguntó Angelines angustiada - Usted no es mi marido.

***

No llovía, pero el cielo estaba cubierto de negros nubarrones, iluminados de vea en cuando por los relámpagos. Carlos rodeó la rotonda en la que se unía la desviación para ir a Manzanares y se dirigió hacia Soto. Bajaba por la cuesta, a la altura de la pista de carting, cuando un rayo cayó sobre la señal de tráfico que cerca de la curva, un poco más adelante, prohibía pasarla a más de setenta por hora. Carlos, deslumbrado, pisó el freno y paró justo al lado de señal. Tardó unos segundos en recuperar la visión. La señal de tráfico parecía intacta y, repentinamente, comenzó a llover a cántaros.

Arrancó el coche, tomó la curva a setenta, y bajó luego la velocidad para pasar suavemente sobre el badén de la entrada del pueblo. Aceleró un poco,  pero se contuvo al ver el cartel que prohibía pasar de cincuenta, con la amenaza de "a más velocidad, semáforo cerrado".

¿Cincuenta?, pensó Carlos. Bueno cuarenta o cincuenta ¿qué más da? Prácticamente es igual de molesto.

Se puso a cincuenta hasta pasar el semáforo, acelerando un poco a continuación, y, después de sortear cuatro rotondas y saltar cuatro badenes... el quinto no lo notó...  aparcó junto a  la verja de su jardín.

Entró. Sacó la llave de la puerta de la casa e intentó meterla en la cerradura. Miró las llaves, para comprobar que había escogido la correcta, y volvió a intentar abrir la puerta.

- ¿Quién está ahí? - dijo Angelines desde dentro.

- Soy yo, cariño. No consigo meter la llave en la cerradura.

Angelines abrió la puerta y le preguntó, mientras se daban un rápido beso:  
  
- ¿Qué tal te ha ido por Jaén?

- Bien, bien...  pero no he ido a Jaén. La cooperativa está en Córdoba.

En ese momento se abrió la puerta que daba a la zona de dormitorios y  apareció un niño moreno de seis años de edad.

- Hola, papá.

Carlos miró al niño sorprendido y preguntó a su mujer:

- ¿Quién es este niño? ¿Donde está Rosita?

Angelines miró fijamente a Carlos y le dijo al niño:

- Vete a tu cuarto, Luis.

Pero el niño no se movió, mirando perplejo a sus padres.


- ¿Quién es Usted? - preguntó Angelines angustiada - Usted no es mi marido.

miércoles, 24 de agosto de 2016

Dragones

El lugar preferido por los dragones para poner sus huevos eran las calderas de los volcanes. No en las de los activos, demasiado violentos para sus relativamente frágiles cáscaras, sino en las de los durmientes, que aún producían suficiente calor para ayudarlos a madurar.

La época dorada de los dragones fue hace mucho tiempo, cuando el hombre, aunque ya hablaba, aún no había aprendido a escribir. Luego, a medida que la actividad volcánica fue disminuyendo, el número de dragones decreció paralelamente, de tal forma que en la Edad Media los avistados en Europa podían contarse con los dedos de una mano, y en Asia no parece que pasaran de veinte.

Actualmente se dan por extinguidas tanto la especie europea, draco draco, como la asiática, draco sinensis, pero varios especialistas sospechan que aún hay huevos enterrados en antiguos volcanes y que cualquier día uno de ellos podría eclosionar.

Las diferencias entre ambas especies son bastante notables. El dragón europeo era de carácter violento, exhalaba fuego por la boca y tenía una notable fijación no sexual por retener doncellas, mientras que el asiático era de carácter más sosegado, no tenía alas, volaba (o mejor, flotaba)  gracias al helio que circulaba por sus venas, y en vez de fuego, expulsaba ligeras volutas de humo por sus orificios nasales.

El Profesor Thimoty Rottenegger de la Universidad de Pretoria siempre ha defendido que también África poseía una especie autóctona, la draco senegalensis, de la que había encontrado una uña, gracias a la cual había podido reconstruir por completo el aspecto del monstruoso animal, incluido el color de los ojos, rosa mosqueta. Era de carácter violento, como el europeo pero, como el asiático, no tenía alas. Volaba a propulsión expulsando fuego, no por la boca, sino por el trasero.

La National Geographic Society subvencionó algunas búsquedas de un dragón americano, pero los pocos restos sospechosos encontrados resultaron ser finalmente de un correcaminos prehistórico (velocipedus ancestor).

miércoles, 17 de agosto de 2016

Cerraron sus ojos

Música para la rima de Gustavo Adolfo Bécquer:
      

Cerraron sus ojos,
que aun tenía abiertos;
taparon su cara
con un blanco lienzo,
y, unos sollozando,
otros en silencio,
de la triste alcoba
todos se salieron.
La luz, que en un vaso
ardía en el suelo,
al muro arrojaba
la sombra del lecho,
y entre aquella sombra
veíase a intérvalos
dibujarse rígida
la forma del cuerpo.
Despertaba el día
y a su albor primero,
con sus mil ruidos
despertaba el pueblo.
Ante aquel contraste
de vida y misterios,
de luz y tinieblas,
medité un momento:
¡Dios mío, qué solos
se quedan los muertos!
De la casa, en hombros,
lleváronla al templo,
y en una capilla
dejaron el féretro.
Allí rodearon
sus pálidos restos
de amarillas velas
y de paños negros.
Al dar de las ánimas
el toque postrero,
acabó una vieja
sus últimos rezos;
cruzó la ancha nave,
las puertas gimieron
y el santo recinto
quedose deserto.
De un reloj se oía
compasado el péndulo,
y de algunos cirios
el chisporroteo.
Tan medroso y triste,
tan oscuro y yerto
todo se encontraba…
que pensé un momento:
¡Dios mío, qué solos
se quedan los muertos!
De la alta campana
la lengua de hierro
le dio volteando
su adiós lastimero.
El luto en las ropas
amigos y deudos
cruzaron en fila
formando el cortejo.
Del último asilo,
oscuro y estrecho,
abrió la piqueta
el nicho a un extremo.
Allí la acostaron,
tapáronle luego,
y con un saludo
despidiose el duelo.
La piqueta al hombro,
el sepulturero,
cantando entre dientes,
se perdió a lo lejos.
La noche se entraba,
reinaba el silencio;
perdido en las sombras,
medité un momento:
¡Dios mío, qué solos
se quedan los muertos!
En las largas noches
del helado invierno,
cuando las maderas
crujir hace el viento
y azota los vidrios
el fuerte aguacero
de la pobre niña
a solas me acuerdo.
Allí cae la lluvia
con un son eterno;
allí la combate
el soplo del cierzo,
del húmedo muro
tendida en el hueco,
¡acaso de frío
se hielan sus huesos!…
¿Vuelve el polvo al polvo?
¿Vuela el alma al cielo?
¿Todo es vil materia,
podredumbre y cieno?
¡No sé; pero hay algo
que explicar no puedo,
que al par nos infunde
repugnancia y duelo,

al dejar tan tristes,
tan solos los muertos!

miércoles, 29 de junio de 2016

Jabberwocky - 3

Esta musiquilla la escribí para el fragmento 3 del poema Jabberwocky de Lewis Carrol en el que el abuelo (?) advierte al joven protagonista "Beware the Jabberwock, my son!".