martes, 30 de octubre de 2012

Heine, Cortazar y Schumann

1962 – Estoy en Zurich ampliando estudios. Intento aprender alemán. Me compro algunos libros de fácil lectura; entre ellos, uno de poesías de Heine. Utilizo como marcapáginas un trozo de papel que sobresale ligeramente por la parte superior del libro.

1996 – Estoy intentando aprender a programar en Visual Basic, mientras, en ratos libres, leo un volumen de cuentos de Cortazar. En el cuento que estoy leyendo, el protagonista tararea un “lied” de Schumann que comienza con “In wunderschönen Monat Mai”. Busco entre mis discos de música clásica, pero, aunque tengo algunos “lieder” de Schumann, no encuentro el que cita Cortazar.

Practico el Visual Basic diseñando una pantalla de prueba llena de botones, selectores, imágenes, etc. Como en muchos programas se puede seleccionar el idioma, pongo unos botones de selección que permiten seleccionar entre español, francés, inglés, italiano, alemán y latín. El incluir el latín creo que indica claramente que la cosa no va en serio: no pienso traducir los textos del programa a todos esos idiomas. Simplemente, al seleccionar uno, va a salir un pequeño texto en el idioma seleccionado. Para darle un poco de unidad decido que todos los textos deben tener algo en común. Decido que todos sean poéticos y hablen de pájaros.

Para el texto español escojo el texto de una soleá (el flamenco no es mi fuerte, así que quizás sea de un fandanguillo de Huelva, o cualquier otro palo). Para el francés, el estribillo de una canción popular. Para el inglés selecciono unas frases de Julieta, cuando Romeo, que está con ella, le dice que tiene que marcharse porque ya amanece. Para el italiano escojo un texto de Pirandello.

La cosa se pone un poco más difícil para el latín, ya que, como puede suponerse, la cantidad de libros que tengo con textos en ese idioma es más bien escasa: uno de ellos es “La metamórfosis” (también llamado “El asno de oro”) de Apuleyo. El párrafo en que encuentro un pájaro no es muy poético, pero lo selecciono hasta que encuentre otro más apropiado.

En cuanto al alemán, lógicamente pienso en Heine. Es un poeta romántico y en sus poesías abundan las estrellas, los espectros, las flores… y los pájaros. Cojo el libro que compré en Zurich. Un trocito de papel, amarilleado por el tiempo, asoma por la parte superior. Marca el punto en que dejé de leerlo. Abro por esa página… ¿y cual es la primera poesía que encuentro?:

In wunderschönen Monat Mai,
Als alle Vögel sangen…

En el hermoso mes de Mayo,
Cuando todos los pájaros cantan…

¡La poesía a la que Schumann había puesto música y era citada por Cortazar! Y …¡habla de pájaros!

¿Es esto una simple casualidad? El hecho de que yo dejara de leer a Heine precisamente en el poema que cita Cortazar, considero que se explica por simples probabilidades. El número de poemas de Heine y el de lieder de Schumann es relativamente pequeño. Por tanto, la probabilidad de que hubiera una coincidencia es relativamente alta en este caso. Este tipo de cosas ocurre sin duda con frecuencia, pero no nos enteramos. Si no fuera porque yo buscaba una poesía en alemán sobre pájaros, nunca me habría dado cuenta de la coincidencia (habían pasado 34 años entre las dos lecturas). 

Lo sorprendente de esta historia es que yo buscara poesías sobre pájaros en ese momento. Podría pensarse que se trata de un simple caso de “asociación de ideas” con las sinapsis de las células cerebrales como asociadoras. Al mencionar el lied la palabra Mai (mayo), mi cerebro la asoció con pájaros. Es posible, pero a mí el “hermoso mes de mayo” no me sugiere pájaros, sino flores (marzo ventoso, abril lluvioso, mayo florido y hermoso). Nunca se me había ocurrido pensar que en mayo hubiera más pájaros que en otros meses, aunque es posible que así sea.

2006 – Se publica el libro “El camino de la realidad” de Roger Penrose. Penrose viene a España para presentarlo y pronuncia una conferencia en la que, entre otras cosas, menciona que está escribiendo un libro sobre mecánica cuántica y el funcionamiento del cerebro (seis años después, que yo sepa, aún no lo ha publicado).

Una entre las muchas cosas sorprendentes de la mecánica cuántica, que Penrose describe en “El camino de la realidad”, es la que llama “entrelazamiento cuántico” o “cuanlazamiento”. Simplificando, viene a decir que cuando dos partículas se generan simultáneamente, quedan “entrelazadas”. De alguna manera ambas partículas comparten información de manera instantánea, aunque estén separadas por millones de kilómetros (en contra del hecho de que la velocidad máxima alcanzable es la de la luz). Es como si la información viajara en el tiempo, primero hacia atrás desde una de las partículas, hacia el momento en que se generaron ambas, y luego hacia el futuro, hasta alcanzar a la otra.

No sé si Penrose piensa utilizar el cuanlazamiento en su futuro libro, ya que parece que su atención se centra en demostrar que el hecho de que seamos seres “conscientes” se deriva del funcionamiento mecanicocuántico del cerebro, pero me pregunto si el cuanlazamiento podría explicar parte de la historia  que he contado.

Nuestro cerebro funciona a base pequeños impulsos eléctricos. La lectura del poema de Heine seguramente produjo la creación de algunas partículas (¿electrones?) “cuanlazadas”. Pongamos que una fue a parar al área del cerebro que se ocupa de la poesía y, concretamente de la poesía con pájaros. Y otra a donde se guarden las palabras compuestas, y en concreto “wunderschön”, que debió llamarme la atención. El alemán es un idioma en el que abundan las palabras compuestas, y es fácil crearlas. “Wunderschön” está compuesta de “wunder” (maravilla) y “schön” (hermoso) dando algo así como “maravillosamente hermoso”. Dado que yo estaba aprendiendo alemán, me fijaría especialmente en esa palabra.

¿Es posible que cuando leí el cuento de Cortazar, la palabra “wunderschönen” “excitara” la partícula creada en su primera lectura, y que, por cuanlazamiento, se excitara la de la poesía con pájaros, haciendo que yo decidiera buscar textos de ese tipo en distintos idiomas?.



Darthpitufina, en su entrada “Una de física”  incluyó este  video sobre mecánica cuántica, en el que, al final, se habla del entrelazamiento cuántico. Merece la pena verlo.

jueves, 25 de octubre de 2012

Ordenadores en el arte - Exposición en Pamplona

La exposición sobre el Centro de Cálculo de la Universidad de Madrid, que la Complutense montó durante los meses de Junio y Julio se trasladó, como ya he comentado en una entrada anterior, a Pamplona, donde estará expuesta hasta finales de Octubre.

La Universidad Pública de Navarra, que es la que ha acogido la exposición, ha publicado en YouTube un vídeo con imágenes de la misma y del acto de presentación.


La exposición, que viajará después a otras universidades, se mostrará en Febrero en la Universidad de Alicante.

sábado, 20 de octubre de 2012

El universo en expansión - 8 - El simil de la foto-finish

En la entrada anterior de esta serie llegamos a la conclusión de que probablemente existen en nuestro universo galaxias de antimateria. Si esto es así ¿por qué no las distinguimos de las galaxias normales? Lo explicaré mediante un símil: La foto-finish. 

La cámara de foto-finish es una máquina fotográfica es­pecial que se utiliza para dilucidar quién llegó el primero a la meta en algunas carreras. En una fotografía normal retratamos lo que en el instante de apretar el disparador se encuentra dentro del ángulo de visión de la cámara. En la foto‑finish el ángulo de visión es sólo una rendija: la línea de meta. Pero ésta no se fotografía sólo en un instante determina­do, lo que daría una línea sobre el negativo. El obturador queda abierto durante todo el ­tiempo que los corredores tardan en pasar ante ella y, simultáneamente, la película fotográ­fica se va moviendo. De esta forma, por cada fracción de segundo que pasa, la película se mueve una fracción de milímetro, y todo lo que a lo largo del tiempo va pasando ante la rendija, se va impresionando sucesivamente a todo lo ancho de la película. Así, al pasar la cabeza de un corredor por la línea de meta, pasa primero la punta de la nariz, luego, los orificios nasales y luego, las pestañas, las pupilas, el rabillo del ojo, las patillas, las orejas y la nuca... Como la película corre al mismo tiempo que el corredor, todas estas cosas quedan impresionadas en ella exactamente en el mismo orden y, al revelarla, vemos por tanto una cara.

Si la película va demasiado deprisa, la nariz se impresionará demasiado lejos de las orejas y obtendríamos un perfil excesivamente ancho, y si va demasiado lenta, estaría demasiado cerca y obtendríamos un perfil verticalmente alar­gado. Si algo permanece parado en la línea de meta, como el pie de Usain Bolt en la siguiente foto (foto-finish oficial de las olimpiadas de Londres), aparecerá amplificado. 




En esa fotografía, lo único que se ha retratado es la línea de meta, que está pintada de blanco sobre el terreno rojizo, y su anchura no corresponde a una dimensión espacial, sino temporal. La distancia ­que hay desde un extremo al otro de la foto es el tiempo que el obturador ha estado abierto, y la distancia entre corredor y corredor es el tiempo que ha tardado el segundo en atrave­sar la meta después del primero.

En la foto‑finish, si un galgo pasa corriendo ante la rendija, pasará primero el ho­cico, luego el cuerpo, y al final la cola, quedando registrados por este orden en la pelí­cula que se va deslizando. Pero,  y esto es lo curioso,  es indiferente que el galgo corra de izquierda a derecha o de derecha a izquierda. Al deslizarse la película en un solo sen­tido, aunque pasen dos galgos corriendo en direcciones opuestas, la foto‑finish nos los mos­trará corriendo en la misma. 

Si no distinguimos las galaxias de materia de las de antimateria es porque nuestra mente funciona de forma similar al foto‑finish: vemos el universo a través de una rendija temporal llamada "ahora" y grabamos lo que vemos en la película de la memoria, que se desliza en una sola dirección en el tiempo, por lo que si un galgo viniese corriendo del pasado al futuro y otro corriese del futuro al pasado, a nosotros nos parecería que los dos corren, evolucionan, hacia el futuro. 

Esto no quiere decir que sea imposible distinguir la materia de la antimateria. Únicamente, que ambas parecen evolucionar del pasado hacia el futuro. La diferencia está en como evolucionan.


Volvamos a la foto-finish. Supongamos que colocamos una serie de cámaras foto-finish a intervalos regulares en el recorrido de los galgos antes y después de la meta, y que las ponemos en marcha simultáneamente. Si utilizamos las fotos como fotogramas de una película cinematográfica empezando por el último (en donde aparece solo el morro del galgo ganador) y terminando por el primero (en donde aparece su rabo) veremos a los galgos corriendo en el tiempo.  

¿Y como veríamos al galgo que corría en dirección contraria? Sorprendentemente, lo que veríamos sería al galgo corriendo de espaldas en dirección contraria a la de los demás.


La diferencia entre el foto-finish fotográfico y nuestro foto-finish mental es que la rendija del fotográfico es espacial, mientras que la nuestra es temporal. Nosotros no vemos al galgo corriendo de espaldas, sino a la antimateria evolucionando al revés que la materia. Esto es así con las partículas de antimateria producidas y observadas en laboratorio. A nivel de galaxias,  ignoro si algún astrónomo ha observado (o intentado observar) si en otras galaxias hay estrellas que evolucionen de forma inversa a como evolucionan las de la nuestra.     

lunes, 15 de octubre de 2012

Hasta pronto

No tanto como debería por mi edad, sigo con cierta frecuencia los consejos del médico y echo a andar, dándome un paseo por el parque del Retiro. Normalmente bajo por la calle Lagasca y atravieso la de Alcalá por el paso subterráneo que comunica Lagasca con el parque.

Aquel espléndido día de septiembre, cuando estaba ya cerca de la salida, me sentí mareado. Me apoyé en la pared y, durante unos instantes, me pareció que iba a perder  el sentido. Pensé en ponerme una pastilla de cafinitrina bajo la lengua, pero me recuperé rápidamente, por lo que tras respirar hondo un par de veces, seguí andando y salí del subterráneo.

Me  sorprendió no ver al grupo de dos o tres negros que suelen estar siempre entre la salida del subterráneo y la entrada a la explanada del kiosko de la música, dedicados, por lo que parece, a vender papelinas de droga, que esconden entre las plantas del parque. 

También noté que no había niños en los columpios que hay cerca, a la derecha, y que el cercano puesto de chucherías estaba cerrado.

Había un silencio total, salvo por una triste, aunque hermosa, melodía que alguien interpretaba en un violín.

Entré en la explanada y vi que, solitario, en el kiosko de la música estaba el intérprete, de cabello, barba y traje totalmente blancos. Me di cuenta entonces que todo el Retiro estaba cubierto por una fina capa de nieve y de que apenas si podía distinguirse el resplandor del sol entre las blanquecinas nubes que cubrían el cielo. 
   
Me acerqué al kiosko y, casi sin pensarlo, subí los pocos escalones que me separaban del músico.

- Hace tiempo que le esperaba. – me dijo, entregándome el arco y el violín.

- Pero… ¡yo no sé tocar! – protesté, desconcertado.

- Yo tampoco. – contestó.

Y se marchó. 

Le vi dirigirse hacia el paso subterráneo, pero tuve la impresión de que, antes de llegar a él, su blancura se había disuelto en la blancura de la nieve.

Tomé el mástil del violín con la mano izquierda y apoyé su caja en el hombro. Coloqué los dedos sobre las cuerdas y deslicé el arco sobre ellas. Sonó una nota. Cambié la posición de los dedos, y el arco hizo que sonara otra. Luego seguí tocando, y la melodía que tocaba era la misma, triste y hermosa, que el hombre de blanco había tocado antes.

Alguien me dió un par de cachetes mientras gritaba:

- ¡Despierte!... ¡Despierte!

Abrí los ojos y vi un negro rostro cercano al mio.

-¿Se encuentra bien?

Estaba en el suelo. Un negro estaba agachado junto a mi, y otros dos estaban de pie a su lado.

-¿Se encuentra bien?

- Si, si… creo que... me he desmayado.

Hice ademán de levantarme, y uno de los negros que estaba de pie me cogió la mano y me ayudó.

- ¿Quiere que le llevemos a algún lado… o que llamemos a alguien?

- No, no. Me sentaré un rato en un banco.

El más joven de los tres me agarró del brazo y me llevó hasta un banco de la cercana explanada.

- Gracias. – le dije.

- Si necesita algo…

- Gracias,... y dale las gracias de mi parte a tus compañeros.

Hacía un espléndido día de otoño. A mi derecha, más allá del seto que bordea la explanada, los niños jugaban y gritaban en la zona de los columpios. Un grupo de cinco chicas se acercaba riendo hacia donde yo estaba. Y más allá, frente a mi, se oía la barahunda organizada, cerca del estanque, por un numeroso grupo de sudamericanos  que cantaba y bailaba con más acompañamiento de percusión del necesario. A mi izquierda, sentado en el otro extremo del banco, estaba un mendigo al que recordaba haber visto más de una vez por el Retiro tocando el violín. Tocaba tan mal que daban ganas de darle una monedas con la condición de que dejase de tocar.

El mendigo se levantó y pasó delante mía, dirigiéndose hacia el subterráneo.

- Hasta pronto. – me dijo.

Me quedé pasmado: Aunque no iba vestido de blanco, reconocí que era el músico con el que poco antes había soñado.

Me levanté y salí tras él, pero, al llegar al subterráneo, ya había desaparecido. No veía si había entrado en él o si se había ido andando por fuera, junto a las vallas del Retiro. 
  
-¿Habéis visto a un hombre con un violín? – pregunté a los negros, que negaron con la cabeza –  Tiene blancos el pelo y la barba, y lleva un chaqueta vieja, marrón, con parches negros en los codos…

- Debe referirse al Pulgas – dijo el más joven.

- Si. – dijo otro – pero el Pulgas murió el invierno pasado.

- Le dio un ataque al corazón, – aclaró el tercero - justo en el mismo sitio en que usted se desmayó.  


miércoles, 10 de octubre de 2012

Ordenadores en el arte. El SAGAF-P. 1972-74

Los Encuentros de Pamplona de 1972, que merecieron hace tres años una gran exposición conmemorativa en el Museo de Arte Contemporáneo Reina Sofia, fueron organizados por Luis de Pablos y José Luis Alexanco, que, por aquellas fechas, eran miembros de los seminarios de música y de formas plásticas del Centro de Cálculo de la Universidad de Madrid (CCUM).

Los seminarios del CCUM estuvieron presentes en Pamplona con motivo de los Encuentros,  con una exposición en el Hotel Tres Reyes de obras plásticas y sonoras tanto de artistas del seminario como de otros que habían trabajado con ordenadores. 

La lista de participantes en la exposición estuvo compuesta por Alexanco, Arrechea, Baher, Barbadillo, Beckmann, Benedit, Berni, Briones (o sea,yo), Cage, Cordeiro, de Dios, Deira, Gerardo Delgado, Demarco, Dujovny, Tomás García, Gómez de Liaño, Gómez Perales,  González, Gutiérrez Guitián, Hiller, Isaacson, Mac Entyre, Mariño, Mestres Quadreny, Nougues, O'Connor, Pasman, Polesello, Robirosa, Romberg, Searle, Ana Seguí, Javier Seguí, Sempere, C.Sevilla, Soledad Sevilla, Tamburini, Vaggione, Vanderbeek, Vidal, Xenaquis e Yturralde.

Además, independientemente, también estuvieron presentes en los Encuentros, con obras especificas, algunos de los miembros de los seminarios: cúpula neumática de Prada Poole, teléfonos aleatorios de Lugán, "Soledad interrumpida" de Alexanco y de Pablos.

Durante los años del 72 al 74,  el CCUM  siguió organizando conferencias de una serie de personalidades extranjeras. Además colaboró con el Instituto Alemán de Madrid en encuentros entre artistas y teóricos de la estética celebrados en Madrid y Barcelona.


A principios del 74, el Seminario de Análisis y Generación de Formas Plásticas se unió al de Formas Musicales, trasladándose a finales de año a la Escuela de Arquitectura y, más tarde, a la Facultad de Informática de la Universidad Politécnica, en la que funcionó hasta principios de 1982. 

En este segundo periodo cobraron más importancia los trabajos relacionados con la música que los relacionados con la pintura, aunque, junto a conciertos, pude organizar, como miembro del comité de dirección de CITEMA, varias exposiciones y conciertos con motivo del SIMO (Salón de la Informática y el Mobiliario de Oficina). Por ello, como fecha de conclusión del Seminario de Análisis y Generación Automática de Formas Plásticas puede darse finales del 1974, cuando José Luis Alexanco terminó su programa Mouvnt y yo presenté una ponencia sobre arte e informática en el congreso del IFIP (International Federation for Information Processing) celebrado en Estocolmo

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La foto anterior corresponde a una reunión del SAGAF-P en la que se me ve analizando las obras de Barbadillo.  

Y la siguiente es la reproducción, aparecida en una revista, de uno de los dibujos con que contribuí a los Encuentros del 72. En el original (perdido)  todas las líneas eran continuas, no había líneas de puntos.




   

viernes, 5 de octubre de 2012

Eslovenia



 El rio Sava a su paso por Ljubljana.

 Cerca de Maribor.

 Cuevas de Postojna (25 Kms)

 Alpes Julianos. Parque nacional del Triglav.

Lago Bohinj.

Garganta Vintgar del rio Radovna


 Castillo de Bled

Isla del Lago Bled


Kranjska Gora

Skofja Loka

Castillo-cueva de Predjama