Puede situarse el comienzo de la utilización de ordenadores en el arte entre 1953, fecha en la que Ben Laposky realizó sus "abstracciones electrónicas" (esencialmente fotografías de imágenes de un osciloscopio controlado analógicamente), también llamadas "oscilones", y 1956, cuando el músico Lejaren A. Hiller compuso su "Suite Illiac" con ayuda del primer ordenador digital electrónico americano.
En Europa, el pionero fue Herbert W. Franke, científico y escritor de ciencia-ficción, que expuso en Viena en 1965 una serie de fotografias de gráficos obtenidos también en un osciloscopio.
Otros científicos y técnicos también encontraron en los trazadores de curvas un instrumento con el que expresar su sentido artístico. A. Michael Noll, en NuevaYork, y Frieder Nake y Georg Nees, en Stuttgart, fueron los primeros en mostrar en sendas exposiciones en 1965 gráficos realizados con ordenadores digitales.
Cinco composiciones de ordenador basadas en el cuadro de Mondrian (primero a la izquierda) "Composición de líneas" de A. Michael Noll.
"Noventa sinusoides paralelos con periodo incrementado lineálmente", también de Noll.
"Homenaje a Paul Klee", de Frider Nacke
Gráfico de Georg Nees.
A estros nombres pueden sumarse en los años sesenta los de muchos otros científicos, como Charles Csuri, Leslie Mezei o Kenneth Knowlton, pero no es sino hasta 1968, con la exposición Cybernetic Serendipity en Londres y la creación en el Centro de Cálculo de la Universidad de Madrid (CCUM) del Seminario de Análisis y Generación Automática de Formas Plásticas (SAGAF-P), cuando toma carta de naturaleza el ordenador como herramienta a disposición del artista.
Dos de los artistas que se incorporaron desde el primer momento al SAGAF-P, Eusebio Sempere y Abel Martín, ya habían utilizado poco antes en algunas serigrafías "gráficos de ordenador" generados en un trazador de curvas por el ingeniero de caminos Eduardo Arrechea.
En el campo musical español, fue J. M. Mestres-Quadreny, en 1969, el primero que utilizó un ordenador para componer música. Un año después se creó, también en el CCUM, el Seminario de Análisis y Generación Automática de Formas Musicales (SAGAF-M).
Siempre el osciloscopio me produjo una fascinación que me podía tener embobado frente a él.
ResponderEliminarA veces, en mi trabajo con él me distraigo y hasta le saco fotos.
Un nerd.
Saludos
Ya entiendo mejor lo que se cocía en el Centro de Cálculo. Realmente los dibujos por ordenador son preciosos, aunque los sonidos para música siguen sin gustarme...donde haya buenos músicos...
ResponderEliminarBlanca
Buena informaciòn
ResponderEliminarMuy interesante papá!
ResponderEliminarEn el laboratorio de mecánica en segundo semestre usaba osciloscopio, una vez lo gradué a cierta frecuencia de destello y me coloqué frente a él, en un cuarto oscuro, para ver si era susceptible a las convulsiones por destellos de luz variables. Resultado: no sufrí convulsiones.
ResponderEliminarMe agrada que muestres parte de la conexión que tiene la ciencia con el arte, muchos ignoran tal conexión, que creo que resulta ser esencial.