Más bellos que los rosados dedos de la aurora
son los dedos de tus manos cuando extiendes los brazos
y me llamas.
Más bellos que la rubia flor de la retama
son tus cabellos cuando te paras mirándome
y me llamas.
Más bellos que las blancas perlas del océano
son tus dientes cuando sonríen tus labios
y me llamas.
Más bella que la clara luz del sol
es la de tus ojos cuando al verme se iluminan
y me llamas.
Más bella que cualquier palabra del diccionario
es la que tu boca intenta cuando aprendiendo a hablar
me llamas:
¡Abbía!
No hay comentarios:
Publicar un comentario