Con trece años cambié de colegio. Fui al de los jesuitas en
Villasís, aunque allí estuve solo un año, porque el colegio se trasladó a Portaceli, fuera del centro urbano de
Sevilla.
De ese año recuerdo poco. Apenas tres cosas:
Como yo era rubito y tenía cara de no haber roto nunca un
plato, los curas pensaron que era perfecto para el papel de príncipe en la
función de Navidad. Me dieron un texto cortito que debía memorizar, y me
llamaron para un primer ensayo. Tardé un poco, pero como no volvieron a
llamarme (ni a decirme nada), terminé por darme cuenta amargamente de que mi
futuro no pasaba por ser actor de teatro. De hecho no he vuelto a actuar en
ninguna función, salvo que se cuenten las de marionetas que organizaba para mi
hermano pequeño y sus amigos, o la participación en alguna "lectura teatral" en el Colegio Mayor en
que residía cuando estudiaba en la Universidad.
El segundo recuerdo, parecido al primero, fue cuando
quisieron organizar un coro. Nos fueron llamando de uno en uno para que entonásemos
la escala musical. Como yo había estudiado solfeo, quedó perfecta y fui
seleccionado, pero solo me llamaron un par de veces a los ensayos. Después,
silencio. De resultas de esto, con la
excepción de quedas nanas a mis nietos e hijas, cuando pequeñas, no canto ni en la ducha. Le he puesto
música a algunas poesías españolas, y las publico en el blog, pero sin
cantarlas, con la esperanza de que a alguien le gusten y me las devuelva
cantadas.
El tercero es totalmente distinto. A veces nos ponían
películas y documentales en el amplio patio del colegio. Afortunadamente (para
las películas) no las cortaban cuando había una escena escabrosa (generalmente
mínimos besos que ya habían sido debidamente recortados por la censura),
simplemente una negra mano gigantesca se interponía entre la escena y la
pantalla. Naturalmente el griterío de la chiquillería se oía hasta en la calle.
Pero el día en que más griterío se organizó fue con un documental sobre
patinaje artístico. Apareció la mano en el momento oportuno, pero se retiró
antes de tiempo: la pareja patinadora se acercaba rápidamente -ella con una
pierna levantada en dirección a la cámara- hasta que pudimos contemplar un primerísimo plano de su
entrepierna abierta, sus muslos y sus bragas.
JAJAJA!! Pues a mi siempre me has parecido un gran actor cómico y un excelente cantante!!
ResponderEliminarCantar en la ducha desestresa mucho. Sobre todo si conoces la letra, y no tarareas como yo cantando sólo el estribillo jejeje
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