Contemplo la mar en calma,
el volcán
domesticado,
la luna en cuarto menguante
y el ventanal empañado.
Noto como el viento amaina,
y que el árbol se desnuda,
la carcoma
en la memoria,
y el hálito de la duda.
Tumbado
sobre la hierba,
la gravedad
me ha olvidado.
El vacío me reclama.
Caigo hacia
el cielo estrellado.
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