El Tonomí es un juego
dailliano de fichas triangulares de uno o dos colores. En el planeta Daille (ver la entrada TETRAEDRÓN de 8 de Febrero de 2017) se juega normalmente con 81 fichas de 9 colores, aunque hay versiones con diferente número de colores y un número de fichas que es el cuadrado de dicho número.
La regla básica del
Tonomi es que se pueden adosar fichas por cualquiera de sus lados con tal de que
coincidan el color, o los colores, de los lados que se adosan:
Correcto Incorrecto
El Tonomi puede jugarse con
tablero o sin tablero. En todo caso, la colocación de fichas queda restringida
por los límites del área de juego.
El juego de colores puede ser
cualquiera. Se incluyen aquí cinco páginas de las que pueden recortarse todas
las fichas para un Tonomi en el que se ha utilizado un juego de colores
extraido de una fotografía otoñal. También se incluye una plantilla para que
quien quiera pueda confeccionar un Tonomi con colores de su elección.
Se recomienda utilizar, para
imprimir las fichas, papel fotográfico o una cartulina suficientemente gruesa que
no se arrugue con facilidad y no deje traslucir sus colores por el
reverso.
Dado el elevado número de piezas, se recomienda utilizar una
bolsa para guardarlas y para extraerlas aleatoriamente en los juegos. Ocurrirá
con frecuencia que al sacarlas estén boca arriba y sean vistas por los demás
jugadores. Esto, en vez de un inconveniente, puede considerarse como un
aliciente para ejercitar la memoria, si se tiene en cuenta el elevado número de
piezas y de colores.
Aparte de su utilización con fines adivinatorios, como cuando la princesa Laemí deduce que debe huir, puede usarse para diversos solitarios y juegos, como ocurre con las barajas de cartas (que también se usan en la Tierra con fines adivinatorios). Se describen a
continuación algunos juegos sencillos, pero se deja a la imaginación de cada cual
el proponer otros nuevos.
Juego y solitario básicos. El primer jugador saca una pieza y la
coloca. Los jugadores van sacando por turno una pieza e intentan colocarla
adosada, siguiendo la regla básica, a las piezas ya colocadas. Si hubiera más
de una posibilidad, el jugador puede escoger la que prefiera. Si no es posible
colocarla, la pieza se retira. El juego termina cuando ya no quedan piezas. No
hay ganador ni perdedor. el objeto del juego es puramente estético.
Penta. En este juego
se reparten cinco piezas por jugador. Se saca una pieza y cada jugador intenta
colocar una de sus piezas, adosándola a las ya colocadas. Si no puede colocar
ninguna, deberá tomar una nueva. Tanto si esta la coloca como si no, el turno pasa
al siguiente jugador. El juego termina cuando un jugador coloca su última
pieza, ganando el juego.
Se puede pactar jugar un número de veces
concreto, comenzando cada juego uno de los jugadores por turno. Al final de
cada juego se apunta el número de piezas con que queda cada uno. Gana quien sume menos puntos en la suma
final.
Tabú. Se juega igual que el penta, añadiendo que cuando un jugador tiene una pieza de un solo color, puede colocarla boca arriba, durante su turno, delante de las suyas, declarando así que ese color es tabú y no puede nadie (ni él siquiera) de ahí en adelante, poner sobre la mesa una pieza que tenga ese color, hasta tanto que él mismo, también en su turno, la retire. No se puede en un solo turno quitar y poner el mismo tabú.
Tabú. Se juega igual que el penta, añadiendo que cuando un jugador tiene una pieza de un solo color, puede colocarla boca arriba, durante su turno, delante de las suyas, declarando así que ese color es tabú y no puede nadie (ni él siquiera) de ahí en adelante, poner sobre la mesa una pieza que tenga ese color, hasta tanto que él mismo, también en su turno, la retire. No se puede en un solo turno quitar y poner el mismo tabú.
Guerra. Cada jugador,
por turno, saca una pieza para colocarla sobre las que han sacado los
anteriores jugadores. Si uno de sus colores coincide con alguno de la que ha
sacado el anterior, se lleva el montón, dejando en la mesa la que ha sacado.
Cuando se acaban las piezas, gana quién se haya llevado más.
Limbo. Llamamos "limbo"
a un conjunto de cuatro a seis piezas correctamente ensambladas. El juego
comienza repartiéndose cinco piezas a cada jugador. El primer jugador toma dos piezas del montón; saca, si puede y quiere, un limbo, y pasa una de las piezas que le quedan al siguiente jugador. A partir de aquí cada jugador, por turno, toma la pieza que le pasa el anterior y otra del montón y coloca ante sí, si puede y quiere, un limbo, o coloca una pieza en cualquier limbo de cinco piezas que haya sobre la mesa, o coloca una o
dos piezas en un limbo de cuatro; y termina pasando una de las piezas que le quedan al siguiente jugador. El juego termina cuando un jugador se queda
sin piezas o cuando todos los jugadores tienen ante si un limbo de seis piezas.
La puntuación de cada jugador es el número de piezas que tienen sus limbos
menos el número de piezas que quedan en sus manos.